El wrestling erótico es un subgénero pornográfico que está ganando adeptos a pasos agigantados. Básicamente se trata de vídeos de lucha libre de mujeres desnudas en los que la ganadora domina a la perdedora empleando prácticas sexuales relacionadas con el sadomasoquismo. De hecho, este tipo Wrestling pornográfico de lesbianas está incluido como un apartado del BDSM, e incluso del porno bizarro, y es de sobras conocido por ser un conocido trasvase de pornostars en ambas direcciones, tanto de entrada como de salida: Bella Maria Wolf y Jasmine St. Claire son el ejemplo viviente de ello.
En el portal Evolved Fights lo han sabido explotar a la perfección, donde luchadoras que parecen profesionales de la liga WWL o WWE —algunas tienen una manifiesta musculatura a lo culturista— se pelean entre ellas hasta que literalmente el roce hace el cariño.
Charlotte Sartre, Maya Kendrick, Dee Williams, Ryan Keely o Gabriella Paltrova son posiblemente las mejores exponentes de pornostars femdom que mejor se mueven en estos cuadriláteros lésbicos donde el sado, bondage, la inmovilización de sus contrincantes y abuso físico tienen cabida.