La pornostar checa Valentina Sierra puede presumir de tener uno de esos rostros felinos que delatan una ninfomanía clínica en las mujeres. Una cara con muchas similitudes con la americana Kimber Veils —con ojos grandes claros de potente mirada que acentúan sus aires misteriosos— y un cierto parecido a la pequeña pero elegante alemana Madison Ivy, aunque más descuidada y con más años sobre su piel. Nada más verla uno se percata de que el sexo corre por sus venas. Un fiel reflejo del alma que se manifiesta en cada uno de sus lascivos rasgos femeninos.
A sus 42 años, esta amante de los tatuajes soeces apenas ha rodado 20 escenas a lo largo de su carrera, iniciada en 2017, y aunque están condensadas con la mayor de las intensidades (ha rodado para la extrema Legal Porno) se nos antoja poco legado para lo que su desbordante sexualidad podría aportar al mercado de la carne europea.
Es por eso que hemos querido destacar sus encuentros de temática pick up (ya sabéis, recoger chicas de la calle con oscuras intenciones), para comprobar como se desenvuelve en mitad de la calle cual vulgar mujer que se vende por billetes. Los chicos de «German Scout», la afamada serie pornográfico ganadora de un «Venus Award» (los premios pornográficos celebrados en Berlín), ya la han probado en esta tesitura y no decepciona en absoluto.