Últimamente el talento brasileño está gozando de máxima popularidad por la afluencia masiva de señoritas con cuerpos diabólicos y agujeros dilatados. Si hace poco tiempo se nos desencajó la mandíbula con la flamante Kelly Oliveira, ahora le toca el turno a Valentina Pink, una competidora que le va a la zaga tanto en cuestiones anatómicas como en asuntos sexuales. A sus 25 años se convirtió en una de esas fierecillas domadas que debutó en el estudio de Brad Montana y poco después los chicos de Legal Porno le compraron un billete hacia la República Checa para probar a fondo la viabilidad anal de ese culo de proporciones colosales.
Fijaos en el contundente trasero que tiene. Un culo XXL que puede poner el listón altísimo en la categoría de PAWG, con unas nalgas tan demenciales que parecen tener vida propia en el momento de ponerse a cabalgar a lomos de un semental. Solo el tiempo dirá si se trata de una starlet imprescindible del país carioca, pero de momento hay que controlar al milímetro cada movimiento que hace. Que menos.
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