La espectacular australiana Savannah Bond cumple perfectamente con el prototipo de actriz porno de toda la vida: mirada altiva, rosto retocado en el quirófano y cuerpo tuneado de arriba abajo por las gloriosas manos de un cirujano, que es el principal responsable del éxito que está cosechando esta rubianca en la industria pornográfica. Y es que todo es grandilocuente y llamativo en esta hembra, y lo cierto es que es difícil imaginársela en un gremio alejado de la industria del entretenimiento para adultos, puesto que es como una máquina perfectamente engrasada para follar ante las cámaras. A sus 33 años, no sabemos si esta musa oceánica tiene algún retoño, pero recientemente ha debutado en MILFY, la última filial del grupo Vixen dedicada a un nicho que goza de gran aceptación entre el público, el de las madres a las que te gustaría follarte (significado del acrónimo MILF)
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