El repentino atracón de escenas de Tori Black que se han liberado estos últimos días (publicó en Blacked su tercer anal más otras dos para Vixen con Markus Dupree y Tushy con Nacho Vidal) es la confirmación de que estamos ante una diosa desatada. Eso o a lo mejor que se le acaba el contrato y al no renovar han liquidado todo su material con prisas. Que sepamos jamás hemos visto que en el emporio del director francés Lansky publiquen varios vídeos en una semana de la misma actriz. Algo que choca de frente con las escasas apariciones que hacía al inicio de su comeback, publicando poco y soft. Ahora se da un garbeo por la nueva Tushy Raw, ese estudio de aires amateurs y de escasa luminosidad, para no romper la norma de esta trayectoria algo irregular y poco planificada, en la que lo más hard está cayendo en tropel al final del camino.
in Sodomía