La tremebunda brasileña Tina Fire es propietaria de unas demenciales tetas desparramadas que arrastrarán a la perdición a todo el séquito de haters y envidiosos del porno torbellinesco. La carioca ha estado ocupadísima rodando junto a Torbe en su marca PutaLocura y otras compañías españolas como Fakings o Premium Bukkake en las que ha dejado meridiano que haber estado estancada durante años en el estudio Brasileirinhas —uno de los pocos de su oriunda Brasil que tiene el permiso de Bolsonaro para filmar sexo— ha sido un crimen de lesa humanidad.
Tina es una delicatessen para los pornófagos que aprecian la belleza natural en todas sus formas y tamaños. Una mulata de 21 años con cintura estrecha y de curvilinealidad concentrada en sus pechos, que para más inri no tiene remilgos en hacer gangbangs ni escenas de acción anal. A continuación una muestra de su proverbial cuerpo para cambiar la opinión de aquellos que aún no están convencidos de su potencial
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