Si por algo se caracteriza la larga trayectoria profesional de la pornostar Tiffany Mynx es por su forma tan sucia de entregarse al sexo filmado. En su juventud (y durante buena parte de su carrera) era una prostituta de lujo de 2000$ la hora devenida a modelo erótica para más tarde dar el salto a la industria de adultos. Ya desde sus inicios en los lejanos años 1992 era una depravada sexual que se había especializado en el sexo por detrás y llevaba el porno inyectado en las venas. Su pasión por el negocio llegó a tal punto de apañar el debut pornográfico de su propio hijo, Nate Minx.
Imposible calcular su inmensa filmografía, pero si tuviéramos que publicar sus mejores escenas estaríamos obligados a recordad su participación en papel en la legendaria serie «Buttwoman», esa saga de películas que ya forman parte de ese armazón vintage característico de las cintas de John ‘Buttman’ Stagliano: una pasión desmedida y obsesiva con los culos. Durante dos décadas hemos visto el recorrido de Tiffany hasta convertirse en una MILF por derecho propio, pero su innegable talento y rendimiento sexual han hecho que sea una de las pornostars americanas favoritas de todos los tiempos.
En la actualidad sigue en pleno estado de forma a sus 47 años y todavía son muchos los fans de Tiffany después de estar dos décadas entrenando sus orificios en el porno más salvaje. Recordad que donde otras han fracasado y no han estado a la altura, ella nos ha hecho disfrutar en cada movimiento de su cuerpo. Toda una leyenda del retroporno que siempre llevaremos en nuestros corazones.
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