El estudio Puree Taboo es un semillero de talento que sigue ofreciéndonos contra viento y marea ese porno realista que ahonda en las tensiones sexuales familiares que tanto gusta a un sector de los pornófilos. Un subgénero que necesita nutrirse de starlettes con notables dotes interpretativa, que se sumerjan de lleno en el papel para aportar interpretaciones creíbles. Una de las que se mueven como pez en el agua por el sexo incestuoso es la cincuentañera Syren De Mer, que jamás ha tenido reparos en exprimir al máximo su talento en escenas de parentesco como bien demostró en «A motherless Son» (impresionante como demuestra que una madre también se puede subyugar al sexo con su hijo). Esta vez, está en su tinta con otra escena que empuja nuestros límites morales al representar una de las fantasías sexuales más pervertidas y sucias que saca a relucir lo peor del ser humano: dos hijos que manipulan a su madre y la fuerzan a tener sexo.
in Maduritas