Rosa Angulo
El apelativo bombshell solo se lo otorgan a unas pocas pornostars privilegiadas cuyos activos corporales hayan pasado por un taller de chapa y pintura (esto es operarse de arriba a abajo borrando cualquier rasgo natural). Sybil Stallone —aquella pornostars de orígenes brasileños que muchos creyeron que se trataba de la hija del mítico actor Sylvester Stallone— encaja a la perfección en esta categoría de cuerpos inyectados en silicona, colágeno y otros materiales plásticos. Una jerarquía en la que Brazzers se mueve como pez en el agua al tener y haber tenido en plantilla a starlets cuyos excesos con el bisturí fueron algo más que que realzarse sutilmente los pechos: Lela Star, Ammy Andersen o la gran Nicoletta Shea.
Quizás lo voluptuoso no sea sinónimo de lascivia (incluso algunas debido al exceso de equipaje en forma de material inorgánico se mueven menos que el portero de un futbolín), pero su impacto visual es tan brutal que nos es suficiente.
