La sodomía: la categoría pornográfica más dolorosa
Posiblemente, el porno anal sea la categoría de adultos más difundida de todo el mundo. Millones de vídeos subidos a internet donde valientes actrices se dejan abrir el culo delante de las cámaras. Una verdad tan aplastante como dolorosa si no se lleva a cabo correctamente.
Es por eso por lo que esta práctica sexual, también llamada sodomía, es lo más buscado en internet, y motivo principal por el cual en nuestra web de JaqueMateAteos tenemos una extensa colección de escenas de sexo anal donde las pollas metidas por los culos son los protagonistas indiscutibles.
La universalización del porno anal
Hay quien piense que la culpa de esta fiebre por el porno anal viene por parte de la industria de adultos. Pero se equivoca. En realidad es el libro y manual erótico del Kamasutra el verdadero causante de este anhelo por querer penetrar anos por doquier. Documento en el que se dibujaban numerosas escenas donde la mujer era follada analmente.
Después de esto, la pornografía anal todavía no fue una práctica sexual demandada hasta comienzos de los años 90. Fue en esa época donde se popularizó esta controvertida praxis y se llevó al extremo normalizándose en el porno duro. Hoy en día las penetraciones por la retaguardia están tan normalizadas que hasta la gente común y corriente lo hace en su vida íntima sexual.
La moda de los vídeos porno con actrices penetradas analmente
El porno se ha convertido en un escaparate de starlettes sufriendo penetraciones anales. Un desfile de traseros rotos, anos abiertos, ojetes tapados, penetraciones por detrás, enculamientos, pedicación, coito por el recto… al fin y al cabo es todo un arte el dar por culo a una estrella del cine de adultos.
Para realizar adecuadamente una estimulación anal a una mujer, previamente hay que realizar una concienzuda limpieza de su recto. Esto es debido a que hay que eliminar los restos de heces del intestino para que en la escena no se vea como algo sucio. De lo contrario esta práctica sexual pecaría de estéticamente fea.
Las actrices porno siempre se dilatan el culo previamente y emplean lubricantes para que no les rompan el ojete. La preparación previa es muy importante, así como la dilatación de los esfínteres con ejercicios para fortalecer el ojal que permitan futuras penetraciones anales.
Un talento no apto para todo el mundo pues un requisito indispensable para encular a una mujer es que esta no padezca de hemorroides. De lo contrario, podría resultar un sexo anal doloroso para ella. No son pocas las que han gritado, y no de placer, cuando se la metían por el culo.
Coito anal contra la monotonía sexual
Hoy en día follar por el culo está más asumido y la cantidad de parejas que prueban las mieles de este arte sexual milenario se cuentan por millones. Y es que todo hombre sueña meter su polla por el pandero de una mujer, aunque a ellas les parezca una práctica pornográfica sucia e indeseable. recordemos a los lectores que los hombres también pueden llegar al orgasmo a través del recto gracias a que tienen allí el punto G.
El gape: la última frontera del porno anal
Es inquietante como prácticas sexuales casi extremas se abren paso por la categoría porno de romper ojetes. Hablamos del «gape» (apertura), un nicho inquietante que consiste en alcanzar la máxima dilatación del ano. Una distensión del esfínter trasero en la que quepa cualquier polla por grande que sea. Incluso se pueden introducir objetos dentro del recto y acercar la cámara para ver el diámetro del agujero del culo.
Las aperturas de los gapes (anal gaping en inglés) es una de las cosas más bestias del porno que se suelen ver en temáticas hardcore. Tampoco es para todos los gustos ver las paredes intestinales, sobre todo para la starlet que lo sufre en sus propias carnes.
En este acto de hacer un gaping prolongado con el objetivo de abrir el ano por un período largo de tiempo (por lo general dura alrededor de una hora más o menos), la máxima finalidad es sorprender metiendo el más grande todavía y ver como ese culo agradecido es capaz de soportarlo. Algo imposible para cualquier mortal, pero que empodera a cualquier hombre por esa sensación de conquistar un ano totalmente extendido de par en par.
La penetración anal en la historia sexual del mundo
Muchos han sido los sexólogos que han discutido sobre el tan polémico tema del sexo o coito anal. Y es que la popular maniobra dispone todo un elenco de defensores, así como de detractores. Su realización no está exenta de riesgos pues, aunque no lo parezca, está incluida dentro de las prácticas sexuales extremas e incluso de las parafilias según algunas culturas o creencias.
En la actualidad hay consenso unánime de que todo vídeo porno donde se introduzca el miembro viril por el ano de una mujer está considerado pornografía de penetración anal. También cualquier objeto introducido por su esfínter femenino que tenga como fin el placer del sexo por un culo bien abierto. Y es que es fácil lograr un orgasmo mediante la estimulación adecuada del recto.
Sexo griego
También llamado sexo griego por ser la Antigua Grecia la primera civilización que lo practicaba de forma asidua sin considerarse tabú. De esta manera, la sodomía en la polis griega era algo muy extendido.
No vamos a tratar el tema desde la vertiente homosexual o gay ya que este colectivo está obligado a realizar el coito por el esfínter porque no tienen más agujeros con los que follar. Es el único orificio que tienen para disfrutar de una penetración profunda.