Las drogas y el porno han estado siempre muy relacionados hasta el punto de que la mayoría de pornostars se han metido alguna sustancia en vena momentos antes de cabalgar a lomos de una legión de pollas grandes. No es ningún secreto que hay un particular encanto morboso en las actrices yonkis y que desde hace un tiempo a esta parte lograr esa estética de drogadicta es muy buscado para grabar escenas. No sé si será el caso de Naomi Woods, pero su último cambio de look a lo moreno para trabajar con Mofos parece indicar que se quieren aprovechar de esta desgracia social. No decimos que Naomi sea una politoxicómana que se muestre promiscua con las drogas y vaya con malas compañías, pero su nueva presencia de coquetear con la mala vida resulta del todo irresistible.