Silvia Saint, elegida por unanimidad universal como la pornostar más hermosa de todos los tiempos. Una diosa del Este nacida para ser leyenda en los 90, de rostro angelical, salida de la República Checa con una inabarcable belleza natural que sigue imbatible en el star system pornográfico, tanto de antaño como actual. No es para menos, una muñeca barbie checa de deslumbrante melena rubia cuyas medidas nórdicas eran tan perfectas que apenas le hicieron falta retoques estéticos. Razón por la que brilló con la fuerza de mil soles eclipsando a otras estrellas de su época como Monica Sweetheart, Meridian o Dolly Buster.
Los orígenes de Silvia Saint
Nacida en una pequeña localidad llamada Kyjov y con el nombre de Silvie Tomčalová, el mundo todavía ignoraba el brutal impacto que causaría en la época dorada del cine para adultos europeo, finales de la década de los 90 y principios del siglo XXI. Después de finalizar sus estudios en administraciones de empresas y aburrida de trabajar llevando la dirección de un pequeño hotel, pronto Silvia supo sacar partido a su espléndido físico.
Y es que como toda diva de rasgos celestiales no pudo resistirse al mundo del erotismo y empezó curioseando como modelo de lencería y ropa interior de alto standing. Pronto los fotógrafos se fijaron en ella y no tardaron en convencerla para desvestirla y desnudarla ante las cámaras. De hecho, la radiante belleza de Silvia Saint fue la culpable de que saliera en portada de toda clase de revistas eróticas masculinas: Playboy, Hustler y la todopoderosa Penthouse, donde fue chica mascota (Penthouse Pet) por los años 96 y 98, tanto en Estados Unidos como en la antigua Checoslovaquia.
Los primeros pasos en el porno europeo
A partir de aquí no tardó en presentarse voluntaria junto a su novio (pobre pringao) a uno de esos castings donde chicas anónimas prueban suerte regentados por el pornógrafo francés Pierre Woodman. El peludo director no tardó ni 5 minutos en seleccionarla y en pleno 1996 debutó con la película porno «Lee Nover: Search for the Perfect Breasts», aunque realmente hay un eterno debate en el que no hay unanimidad acerca de su primera vez ante las cámaras.
En lo que si existe consenso en la comunidad es que fue una chica abanderada de la famosa productora porno Private que en un primer momento recibió de nombre artístico Silvia Granz o Szilvia. La muñequita del Este llegó a lo más alto del escalafón del cine de adultos de la mano de esta empresa del sexo europea, ganando notoriedad a un ritmo acelerado y convirtiéndose en tiempo récord en una de las más grandes exponentes del cine de adultos del siglo XX.
El cuerpo y actitud de Silvia Saint
Nos hemos desecho en elogios en describir físicamente a esta preciosa señorita que empezó en el cine X a los 20 años, pero lo que no hemos dicho es que Silvia Saint era la viva imagen de la delicadeza aristocrática de la Europa del siglo XIX. Muy formal en las formas de follar, educada y con un comportamiento sexual más que exquisito. Esos fueron tres pilares fundamentales sobre los que erigió cada una de sus películas filmadas.
Con semejantes señas de identidad no tardó en arrasar Europa cual Hitler en plena Segunda Guerra Mundial y cuando su fama alcanzó cotas máximas se fugó a Estados Unidos para reinar otros tantos años. A los estadounidenses los enamoró hasta las trancas hasta el punto de recibir una ingente cantidad de premios y nominaciones AVN, XBIZ… que añadió a su palmarés europeo de estatuillas Hot d’Or, FICEB y demás.
Habiendo triunfado a ambos lados del Atlántico nada podía detener a esta bestia del porno que se follaba a leyendas como Nacho Vidal, Rocco Siffredi, Evan Stone, Lexington Steele o Mr Marcus (el actor que contagió de sífilis a media industria californiana). Hasta que un día el amor se cruzó en su camino…
Y es que según los rumores Silvia Saint se casó con un multimillonario que provocó su retirada y exilio autoimpuesto del porno, al menos en el lado heterosexual, la 1ª línea de batalla, ya que no fue hasta 2009 cuando lo dejó definitivamente en una última escena lésbica con la actriz Blue Angel.
Fue en ese preciso momento cuando la indiscutible Nº 1 nos dejó definitivamente. Al menos se despidió con un vasto legado de casi 500 películas pornográficas, con anales y dobles penetraciones que no le hacían perder la sonrisa. Sin duda una leyenda vida de la industria de adultos a la que todavía se le está buscando una digna sucesora, algo que en estos días tiene un mérito innegable solo por la cantidad de sílfides que saca internet.
Silvia Saint y el porno televisivo de Canal+
Silvia Saint era sinónimo de excelencia en las nostálgicas cintas porno de VHS. Apenas había surgido internet, y era la época de las películas de Canal+, momento cumbre de toda una generación que se amontonaba delante del televisor para ver tetas y coños cuando sus padres dormían. Silvia no solo era una starlet checa más, era una diva inalcanzable para los hombres mortales. De una clase superlativa a todo lo visto anteriormente en la industria de adultos.
Es por eso por lo que su filmografía selecta cobra un especial interés, guardando las mejores películas de Silvia Saint casi como un Santo Grial pornográfico de incalculable valor. En JaqueMateAteos rendimos pleitesía a esta emperatriz que perdura en nuestros corazones y enumeramos una pequeña y selecta muestra de sus mejores obras. Para que podáis indagar por vuestra cuenta la de maravillas que se dejó hacer por Private, Evil Angel, Metro, Video Marc Dorcel, Wicked Pictures, Vivid, Odyssey, Jill Kelly Productions, Elegant Angel y Adam & Eve, entre otras.
- Private Black Label: The Uranus Experiment (1999)
- XCalibur (2007)
- Hotdorix (1999)
- Private Gold 72: Robinson Crusoe on Sin Island (2005)
- Dreaming of Silvia (2000)
- Call girl (2000)
- Lady of the Ring (2005)
- La saga de Private Gaia
- Private Gold 21: Hawaiian Ecstasy (1997)
- True Anal Stories #1 (1998)
- Private Casting X 10: Silvia Saint (1998)
- The Voyeur 9: Silvia Saint Is Back (1997)
- Rocco’s Private Fantasies (1997)
- Divas del Sexo (2000)
«The Private Life of Silvia Saint» (2001)
La mítica película des estudio Private logró concentrar en apenas hora y medio de metraje lo más selecto de la reina checa del porno de los noventa. Una recopilación de sus mejores momentos en un DVD que destaca su sorprendente doble penetración en «Private Stories 27», sus orgasmos espaciales en «The Uranus Experiment 2» y su magnífica interpretación sexual en «Dangerous Things». Sin olvidarnos de su casting con Pierre Woodman.
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