Sexo al aire libre: echa un polvo en el campo
Practicar sexo al aire libre se basa en mantener relaciones sexuales en el exterior en pleno contacto con la naturaleza. Cualquier sitio al raso es bueno para echar un quiqui, rodeado de árboles y tumbado sobre el césped, con el cielo encapotado de estrellas y los animales correteando a tu alrededor mientras tratas de meterla.
El fuerte de esta modalidad de hacer el amor en lugares poco apropiados se basa en la morbosa situación a la que se someten las parejas follando. Vale que la situación no sea la más cómoda, un colchón siempre será la mejor elección, pero los elementos presentes en esta variante sexual bajo el cielo ponen un extra de picante a tu monótona vida.
Porno al aire libre
Este hábito del sexo al aire libre adquirido por muchas parejas ha sido adaptado en la pornografía contemporánea. No son pocas las escenas porno que se ruedan en localizaciones exteriores como pudiera ser follar en el campo, sexo en la selva, en un parque rodeado de vegetación o en escenarios tan juveniles como un campamento de verano junto al lago.
Estos vídeos porno grabados a plena luz del día o bajo la luna por la noche son mucho más morbosos y más eficaces para despertar el deseo de follar. Escenarios en localizaciones exóticas de parajes naturales han sido testigos de numerosos polvos fugaces, véase la serie de películas ‘Tropical Island’ o ‘Sex on the Beach’ de la productora Private.
Follando al aire libre
Al igual que comer a la intemperie fuera de tu hogar, en el sexo también se agradece que de vez en cuando cambies de aires. No hay nada mejor que un día de vacaciones para estar follando en la playa o en la piscina del hotel, aunque esté prohibido, o te valgas de esta habilidad sobre el terreno campestre, para llevártelas al huerto.
Y recuerda que estas situaciones sexuales en lugares especiales requieren de otras posturas que practicar. Nace así una nueva química bajo una perspectiva medioambiental, pues el sexo al aire libre está íntimamente relacionado con el entorno.