Poderosa genética la de Melissa Stratton, que, pese a tener 34 años, posee un rostro y una figura envidiables, aunque no descartamos que, además de sus implantes en los senos, se haya hecho algún que otro retoque en la cara. Sea como fuere, esta hembra maciza se mantiene en plena forma y recientemente protagonizó lo que se está convirtiendo en un clásico en el porno contemporáneo. Es decir, iniciar la escena con una sugerente sesión de yoga hasta que llega el semental de turno que desgarra los leggings de Melissa para llevar a cabo una práctica mucho más placentera basada en pollazo va y pollazo viene.
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