Ya nadie duda de que Savannah Bond es un demonio de Tasmania que está arrasando el porno a un nivel inaudito. Un animal cuya carga sexual es tan elevada que produce una estampida de erecciones cuando la cámara la enfoca y tan insaciable que su popularidad sigue aumentando ofreciéndonos inmortales momentos como su primera escena de doble penetración en «Ass Worship 17» de Jules Jordan. Un monográfico resucitado del olvido del que ya os habíamos hablado en el que Markus Dupree y el propio director Jules Jordan serán los encargados de dar brillo a los orificios de la aplastante rubia australiana. Sigamos atentos porque viene más que dispuesta para convertirse en una de las atletas anales de la próxima generación.
in Tríos