La starlet australiana Savannah Bond ya forma parte de las últimas incorporaciones del 2019 (comenzó rodando en febrero de este año) e hizo su debut pornográfico a lo grande en Jules Jordan, teniendo de acompañante al pene encapuchado del actor francés Manuel Ferrara (sí, no está operado de fimosis). Sus inicios han sido fulgurantes y ya ha fatigado su voluptuoso cuerpo por compañías de renombre como Nymphos, y algunas escenas grabadas a toda prisa en los sets de Elegant Angel, Evil Angel, Brazzers y Naughty America. Las razones saltan a la vista. Una blonda de contundente físico que ha pasado por quirófano para adquirir el estatus de Bombshell —el estereotipo de físico de mujer con tantas curvas que es una bomba sexual— que otras starlets similares ya lucen. Véase Nicolette Shea, Lela Star o Chloe Lamour. Parece que este año la tendencia se inclina favorablemente por el extra de silicona, algo contrario a la corriente de los cánones naturales que últimamente controlaba el porno.