Deberíamos fustigarnos y darnos 1000 latigazos hueveros por no haber publicado nunca material de la gran pornostar Sara Jay, el amor platónico de muchos pornófilos que ya peinan canas. Una starlet de muchos kilates, con 18 añazos de experiencia en la industria de adultos y con mil palos dados desde todos los frentes sexuales. Hablamos de una mujer de exagerada sexualidad cárnica y tremebundas curvas —su sobrepeso es la fuente de su poder erótico— y cuyo rostro de semejanza equina (no solo es fea a rabiar sino que tiene cara de caballo) ha desatado encarnizadas luchas entre sus detractores y seguidores. Actualmente, ya superada la barrera de los 40 años, se ha convertido en una de las maduritas más potentes con los suficientes bemoles para afrontar una colaboración hardcore con Pascal SubSluts donde recibirá uno de los correctivos más severos de su vida.
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