Hace un año destapamos el talento oculto de Samantha Reigns, una joven nativa de Carolina del Norte de 18 añitos, de piel blanquecina y cabello pelirrojo, que daba sus primeros trotes por la industria pornográfica. Con semejantes credenciales físicas no dudamos en subirnos a bordo de su cuerpo para narrar en 1ª persona sus primeras escenas. Sin embargo, esta reina pálida no se implicaba sexualmente tanto como sus compañeras clónicas —las rojizas Hazel Moore y Jia Lissa se la comen con patatas— y prefería ver los toros desde la barrera, por lo que pronto la perdimos de vista. Por suerte, hace pocos días el caballero Mike Adriano la rescató del ostracismo y le sirvió en bandeja su primer anal en su carrera. Una oportunidad de oro para volver a renacer.
in Sodomía
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