Pocos recordarán a la primera actriz que interpretó en la saga de los X-Men a la sensual mutante Mística (no, la guapísima Jennifer Lawrence no siempre ha tenido este honor). La actriz que daba vida a esta bella mujer que poseía la capacidad de cambiar su apariencia cual camaleón humano se llamaba Rebecca Romijn, una modelo estadounidense de 1,80m con unas medidas de escándalo que interpretó al personaje en las 3 primeras películas de Marvel. Aunque no continuó con el papel nos dejó sugerentes imágenes eróticas que llegan al nivel de famosas desnudas en el mundo del cine pues para caracterizarla en mutante tenían que maquillar todo su cuerpo de azul pintando cada centímetro de su piel.
Más allá de esta aparición en el cine a Rebecca Romijn solo se la conoce de un papel más, el de «Femme Fatale» al lado de Antonio Banderas. A partir de entonces el éxito se le escapó y quedó atrapada en teleseries de dudosa calidad y programas enlatados que apenas eran visionados.