Xavier Velloso
A diferencia de otras pornostars, la mexicana Pamela Ríos ha crecido en la industria de adultos de una manera mucho más humilde bajo el amparo de la amada y odiada (a partes iguales) productora SexMex. El estudio mexicano, que es un desfile constante de carnaza sin valía, ha encontrado un filón en la explosiva MILF latina desde hace unos dos años. De hecho, Pamela prácticamente grababa en exclusivo con el citado estudio autóctono, paredes que la vieron nacer y entre las que está condenada a repetir una y otra vez el manido estereotipo de madrastra voluptuosa que se zumba a su hijastro. Lo que se dice filmes caseros de baja calidad que no invitan a pensar en un posible aterrizaje a corto plazo en la industria de EE.UU.
No en vano fue galardonada como mejor MILF revelación del 2020 en la «Expo Sexo y Erotismo» gracias a su apabullante seguridad, adquirida en sus encuentros swingers con su marido, con la que se planta en sus escenas. Una potente y entregada mujer de espectaculares ojos verdes cuyo cuerpo sobredimensionado es muy bien recibido en los pornolectores del Cono Sur.
