El pasado 2019 Natalia Starr se sumó a la lista de actrices que se han hecho un «destrozo» en la cara perdiendo belleza y naturalidad. La polaca que vino del circuito europeo ha aprendido rápido los truquillos del sector para mantenerse al alza. Un aprendizaje sin duda influido por su nueva compañera de escena, Riley Steele, una vieja gloria de la industria de adultos americana que bajo el cuchillo de la liposucción ha mantenido las rígidas demandas físicas de este sacrificado trabajo. Aun así estas multioperadas poseen cuerpo tuneados perfectamente engrasados para moverse por los consabidos estudios de Greg Lansky. Por algo ambas rubias son rostros tan conocidos como reincidentes en Tushy, hogar de las penetraciones anales por antonomasia.
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