Natalia de Molina es el ejemplo de que si una actriz española sale desnuda en una película conocida, ipsofacto se convierte en la actriz del momento. Ocurrió en 2016 con la obra dirigida por el sevillano Paco León «Kiki, el amor se hace» donde la jienense tenía por aquel entonces 26 añitos y gozaba de un físico espléndido. No tuvo ningún reparo en salir desvestida, simular prácticas sexuales poco comunes y curiosas filias a la par que enseñar sus tetas como Dios la trajo al mundo. Comparte protagonismo con otra artista española, Belen Cuesta, la cual también exhibe orgullosa sus preciosas tetas naturales en una terraza. Su personaje fue tan erótico que es obligatorio su inclusión como una de las famosas desnudas españolas más célebres de la década.
Las tetas de Natalia de Molina
Esta andaluza de gran ibérica nos regaló una escena de sexo impresionante que nos dejó boquiabiertos por la energía y vigor de su delantera natural. Unos pechos que resplandecían entre sábanas de seda y unas braguitas de encaje la mar de sexy. Todo ello rodado desde una cama simulando el acto sexual junto a otro actor.
Natalia de Molina también ha protagonizado más desnudos en otras películas. Véase el caso de «Vivir es fácil con los ojos cerrados», cuyo papel le dio el galardón en la alfombra roja de los premios Goya como actriz revelación en 2014. En el largometraje también muestra sus pechos en una corta secuencia de gran carga sexual, aunque no es comparable al espectacular topless de la citada comedia erótica nacional «Kiki».
Natalia Molina desnuda Revista GQ
A juzgar por el cuerpo de Natalia de Molina, su mirada picarona y dulce voz ya vaticino que se convertirá en una próxima estrella internacional llegando a sustituir a la mismísma celebridad Penélope Cruz. Si además no tiene pudor en quitarse la ropa y quedarse en paños menores es casi seguro que alcanzará tal gesta. Sus ojos preciosos, grandes y de mirada juguetona harán el resto del trabajo.