La moscovita Nadya Basinger entró tan tardiamente en la industria de adultos (a los 48 años) que ni siquiera se le pudo adjuntar el concepto original de las MILFs (Mother I’d Like to Fuck). Una edad que se aleja mucho del estereotipo que nos presentaron en la película «American Pie», de 1999, cuando la madre de Stifler, interpretada por la actriz Jennifer Coolidge, revolucionó las bases del porno moderno. Lo decimos porque las manifestaciones sexuales de Nadya van mucho más allá de los roles de las madrastras cachondas, a pesar de que tenga la ITV caducada y necesite retoques con bisturí.
Solo hace falta echar una ojeada a su filmografía para darse cuenta que su repertorio toca palos tan diversos como revolcones en el estudio Mature NL y sexo incestuoso en 21Sextury. Sin olvidarnos que tuvo el valor de enfrentarse a una cuadrilla de sementales comandada por el director Giorgio Grandi en el plató de Legal Porno. Una proeza para una mujer que no sucumbe a los estragos de la menopausia y disfruta potenciando su lado maduro.
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