La demostración de que la mente de los hombres es tan simple como el mecanismo de un botijo está en que para nosotros solo existen dos tipos de mujeres desnudas. Están las gatas salvajes con cuerpos deslumbrantes que rebosan sexualidad y después tenemos a las jovencitas tiernas de mirada dulce. Nadia de Santiago encaja en este último perfil de mujer, el de chicas agraciadas con un carisma especial cuyos desvestidos y posados destilan pureza y gracilidad femenina. La actriz española comenzó sus andaduras en la pequeña pantalla siendo una niña en una antigua serie con Emilio Aragón llamada «Javier ya no vive solo». Pero no fue hasta protagonizar «13 rosas», «Amar es para Siempre» o la feminista serie de Netflix «Las chicas del Cable» cuando el populacho notó su presencia.
Es cierto que su cuerpo no encaja del todo en los cánones españoles de símbolo sexual o de famosa desnuda potentorra, y puede que su sexapil no alcance las cotas de Blanca Suárez o Ana Fernández, pero su público siempre ha sabido apreciar esa inocencia estilo Lolita que tan bien empaca con su carácter.
El topless de Nadia de Santiago
Como no podía ser de otra manera, las tetas de Nadia de Santiago tenían que ir en consonancia con el resto de su cuerpo. Unos pechos pequeños, comedidos, con la curva justa y los pezones en su sitio. Esta belleza prudente en su pecho se dejó ver en la película «La Cañada de los Ingleses», cuando se caracterizó de sirena tumbada en las rocas de una playa para inmortalizar el momento.
La escena de cama de Nadia de Santiago
Nuestra niña buena también ha hecho cosas malas. Sin ir mas lejos Nadia de Santiago rodó su primera escena sexual en la tercera temporada de las chicas del cable. Una escena de cama tórrida que dejó entrever por unos segundos sus pechos al natural y su cuerpo al desnudo tumbado en la cama. Eso si, guardando siempre el buen gusto y la compostura para no caer en la sordidez, algo que sus fans no le hubieran perdonado.