Uno de los spots publicitarios más ardientes que se recuerdan de la historia de la televisión española fue el anuncio de colonia «Buscando a Jacq’s». Los que ya tenemos una edad y fuimos a EGB recordamos perfectamente aquella icónica campaña publicitaria en la que una despampanante modelo enfundada en un provocativo mono de cuero negro —imitando a la superheroína Catwoman de Michelle Pfeiffer— desabrochaba su cremallera, hasta límites prohibidos, para dejarnos ver un escote infartante mientras decía que buscaba a un tal Jacq. Ella era Mónica Van Campen, una modelo catalana de altura (1,85 m) con unos preciosos ojos azules que se convirtió en sex symbol nacional tras la emisión del anuncio.
La lapidaria frase, la sexy actriz y sus apretados pechos pasaron a formar parte del patrimonio erótico español gracias a una época donde todavía no vivíamos bajo el totalitario yugo feminista y las mujeres tenían plena libertad para exhibir, sin censura política, sus voluptuosos cuerpos. Valores democráticos perdidos que nunca volverán. El famoso perfume de fragancia masculina, dirigido por Isabel Coixet (lo hemos confirmado), batió récords de ventas y el público se enamoró de esta jovencita nacida en Tarrasa que tan solo tenía 20 años (acaba de cumplir 48 años) cuando la llamaron para hacer el casting.
Sobre la trayectoria de Mónica Van Campen en el mundo del cine y de la interpretación, no es que haya brillado especialmente, pero siempre ha sido una secundaria de lujo en cualquier ficción televisiva. Ha participado en series como «El Comisario» o «Hospital Centra», pero si tenemos que pronunciarnos sobre sus papeles más carnales, los que no se cortó un pelo a la hora de desnudarse y practicar sexo, esos serían «Faust: La Venganza Está En La Sangre» (2000) y «Alas Rotas» (2002). Nada mal para un bellezón que hizo carrera en la alta costura y alcanzó cotas altísimas de popularidad.
«Faust: La Venganza Está En La Sangre» (2000)
Aunque Mónica Van Campen tenga apellido de vampiresa cuyo linaje se remonta a una noble familia de la Edad Media, lo más cerca que ha estado de chupar la sangre esta actriz española fue en la película de serie B «Faust: La Venganza Está En La Sangre» (2000). Una escena muy sexual que comparte muchas similitudes eróticas con aquella de Marta Flich en la que interpreta a una vampiresa ninfómana.
«Alas Rotas» (2003)
Loading…