El contrato exclusivo que la starlet Mona Azar firmó con el estudio Brazzers dio sus primeros frutos el pasado verano con una primera doble penetración nada desdeñable. Ahora, el personal de Mindgeek —empresa matriz de la doble Z— acaba de subir la apuesta y ha servido en bandeja de plata el primer gangbang de su carrera para reivindicar esa anatomía extremadamente curvilínea que tiene. Una jugada maestra para propagar su ADN de linaje árabe por territorio norteamericano y normalizar el prototipo de actrices que coquetean tras el telón BBW. Ya sabéis, las que tienen espléndidos glúteos forrados de grasa que solo puede pueden ser degustados por los amantes de las carnes trémulas.
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