Purple Bitch, Sweetie Fox, Octokuro… Son muchas las cosplayers que están causando sensación en el mundo del porno gracias a sus coloridas caracterizaciones y, sobre todos, a sus cuerpos de infarto, sometidos con mucha frecuencia a rudas perforaciones en pantalla. Destacan las rusas en este tipo de porno con clara influencia nipona, aunque lo cierto es que la subcultura cosplay ligada al porno se ha extendido por todo los rincones. En este caso, presentamos a Molly RedWolf, otro bombón procedente de las gélidas latitudes de Rusia que, paradójicamente, derrite a la audiencia masiva que aglutina en PornHub y en otras plataformas digitales.
Esta “loba roja” es otra joven que controla perfectamente todos los perfiles sociales, donde tiene una constante presencia y sube contenido regular tanto de carácter pornográfico como para promocionar su marca personal en plataformas como TikTok, Twitch, YouTube o Telegram. Y es que esta ardiente bolchevique ha incursionado de manera muy puntual en el porno profesional, aunque, afortunadamente, cuando lo ha hecho (o cuando ha vendido su contenido a alguna productora, mejor dicho), nos ha dejado suculentos retazos de sexo anal.
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