El increíble parecido físico de Melanie Hicks con la voluptuosa Angela White no se traduce desgraciadamente en cifras de popularidad. La pecosa americana no goza del mismo statu quo que la australiana y no es porque no ponga toda la carne en el asador —Melanie despierta un tremendo morbo con su estilo incestuoso y natural que maneja en sus vídeos—, sino más bien porque es una actriz infravalorada que se mueve por estudios semiprofesionales.
Ya desde sus inicios en 2012 su balanza se inclinó hacia ese lado del porno donde las hermanastras fingen no tener relación sanguínea. Una temática muy en sintonía con el porno incestoide que se rueda en Bare Back Studios y taboo Heat, este último estudio de la pornostar Cory Chase (de ahí que sea una compañera habitual en sus escenas). Por cierto, es afiliada al fetiche a los morbosos guiones del porno de dormidas. Interpretando a mujeres que son folladas mientras duermen con una soltura impresionante.
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