Desconocemos los motivos exactos por los cuales la AV Idol japonesa Marica Hase emigró en 2012 a Estados Unidos para explorar nuevas experiencias sexuales en la industria del porno, pero si nos atenemos a su última escena publicada para Black In White, sucursal interracial de Legal Porno, el misterio empieza a revelarse. Y es que la ninfómana nipona tiene especial predilección por ser empalada, cual brocheta humana, por los miembros viriles más descomunales de Occidente, que en esta ocasión corresponden a Prince Yahshua, Rico Strong y Rob Piper. Algo que ya se intuyó en su enfrentamiento contra Mandingo y que demostró que tenía unas habilidades físicas proverbiales y un rendimiento asombroso.
Una fantasía femenina recurrente en el Lejano Oriente el de ser penetrada por cipotes como antebrazos y sentir anguilas vivas nadando en el interior de su ano. Eso sí, al alcance de muy pocas elegidas. Se necesita mucha fortaleza mental (e intestinal) para vivir en un país extranjero de cultura antagónica y construir tu propia imagen pornográfica. En ese sentido, ningún otro intérprete de JAV ha conseguido lo que Marica Hase ha hecho. Una cosa está clara, en la prefectura de Tokyo debe tener el estatus de leyenda, por lo menos.
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