Cuando la curvy María Bose debutó en el porno español del 2015 —tenía 21 añitos recién cumplidos— se oyeron algunas voces que la proclamaron como una doble pornográfica de Miren Ibarguren, la conocida actriz de la serie «La que se Avecina». Algo extrañísimo sabiendo que María nació en Madrid (1997) y por sus venas corría sangre marroquí, herencia de su madre. Sea como sea, su paso por la industria nacional del sexo filmado no dejó indiferente a nadie. Declarada públicamente como una mujer bisexual muy viciosa que en su vida privada igual le daba a la carne o al pescado, aunque tenía predilección por la sabrosa carne de rabo.
Ante semejante sexualidad descarriada los chicos de la productora Fakings no tardaron en echarle el guante y clasificarla como una de las mejores BBW españolas (nos os perdáis nuestro artículo especial sobre este tipo de mujeres). Ya sabéis, mujeres grandes y hermosas que en el porno anglosajón tienen su nicho particular. Sus carnes lozanas se curtieron trabajando como jornalera en los campos de Almería y fueron saboreadas por el potro de Mataró: Nacho Vidal. En concreto, en una incursión internacional con el estudio Evil Angel titulada «Nacho’s Big Asses» en la que también dejó claro que las dimensiones descomunales de su culo estaban preparadas para sexo cañero.
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