¿Os acordáis de la espectacular profesora de «Fama»? Se llamaba Marbelys Zamora y era una bailarina cubana que aterrizó en España a finales de la década de los 90 para formar parte del trío de bailarinas (SPS Another Night) del mítico programa «Crónicas Marcianas»; la única competencia de Chiqui Martí y Susana Reche venida del otro lado del charco. De hecho, era la azafata y el cuerpo de baile preferido de Javier Sardá.
Por suerte, lo mejor de Cuba escapó del «late night» de Telecinco y se asentó como presentadora por la parrilla televisiva. Algo que no le costaría mucho, ya que ser una profesora maciza de concurso de baile, enseñando kilométricos canalillos y vestimentas arriesgadas, era un imán para la audiencia allá por 2010. La última época en la que la TV estuvo libre del yugo feminista.
Nacida en la dictatorial Cuba comunista de Fidel Castro (1976), sabía desde el principio que su cuerpo sería su único pasaporte al extranjero. Así que se puso manos a la obra y estudió danza desde pequeña. Una profesión que al practicarla día a día es, físicamente, como vivir de las rentas. Y vaya rentas. Marbelys era tan refrescante y dulce como un mojito y tenía pinta de dar resaca si te acostabas con ella. Imaginaos a una impresionante latina plagada de curvas de guitarra y con una hipnótica manera de moverse. Esa era ella.
Sus intervenciones y colaboraciones en programas televisivos llevaban la vitola impresa del erotismo. Tal vez por esto tenían una breve fecha de caducidad, porque básicamente sus apariciones eran muy superficiales. Todo lo que podía dar de sí una escultura jovencita que seducía con bikini imposibles y escotes de vértigo. Lo mejor de todo fue cuando condujo el programa «Mójate» en las calurosas noches de Cuatro. Un espacio altamente erótico que se emitía en verano con la excusa barata de ver cuerpos femeninos desfilando junto a una piscina.
Y como colofón, su impresionante aumento de pechos. La famosa coreógrafa pasó por el quirófano con un resultado estupendo: dos tetas gigantescas que no dudaba en apretarse con vestidos ajustadísimo. En aquel momento pedía a gritos un papel de actriz en el cine y solo Dios sabe porque no se lo dieron. Lo que si consiguió es salir desnuda en revistas eróticas de fama internacional como Playboy, FHM, Sie7e e Interviu. Con posados en los que quedaba patente su tremendo poderío de pechos. Dicen que la echaron de «Mujeres y Hombres y Viceversa» porque su belleza latina no dejaba concentrarse a los tronistas.
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