Es sabido por todo fanático seguidor de Mandy Muse que la starlet prefiere marchar por otros caminos paralelos al prestigio que otorgan los grandes estudios. La trayectoria de uno de los mejores culos norteamericanos de la última década del porno está más interesada en demostrarnos su pasión por el oficio que el deseo de estar nominada en listas XXX. Tal vez por ello se sienta más a gusto y nos haga disfrutar más con esa rica grasa que tiene por santas posaderas; un culo que está en su punto para el universo PAWG (gordo y flácido como mandan los cánones). En «Blacked Out #10» de Devil’s Film vuelve a demostrar como ejerce su profesión junto a cuatro invitados: sacando el máximo partido a su mejor activo que se ha convertido al mismo tiempo en la marca distintiva de su curvilíneo cuerpo, unas posaderas pantagruélicas.
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