Una de las pornostar internacionales más populares es la pequeña Madison Ivy, que pese a su reducido tamaño —tan solo mide 1,50 m— no hay polla demasiado grande que se le resista, pese a que parezca lo contrario. En Cumlouder se puede ver como las ganas de comer rabo son indirectamente proporcionales a su estatura, como se relame los labios y los dedos solamente al pensar el polvo que le espera con ese cipote de Jordan Ash. Y es que una de sus especialidades es chupar la polla y testículos hasta dejarlos relucientes. La podemos ver en todas las posiciones haciéndolo, en un 69, comiéndole los huevos por detrás del culo, una garganta profunda, y sobre todo con mucha, mucha saliva de por medio. Está claro que la diminuta alemana esconde muy bien su ninfomanía.
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