Desde que la veterana Chanel Preston se casó con el pervertido y crápula de James Deen apenas se deja ver en el cine pornográfico. La starlet venida del frío estado de Alaska está tan profundamente enamorada que ha olvidado por completo sus salvajes instintos primarios, con los que hacía barbaridades en el estudio Kink. A sus 36 años, no quiere saber nada de su pasado y prefiere omitir brutales escenas donde su juventud era penetrada desde todos los flancos.
Es por eso que desde JaqueMateAteos hemos rescatado del olvido el ‘porno-romance’ grabado de estos dos tortolitos, donde la carga emocional e intensidad latente nos descubrían el romance furtivo que estaban viviendo en la intimidad de sus vidas. Lástima que jamás se haya repetido semejante espectáculo sexual, pues hacía justicia a su nariz respingona y nos mostraba a la perfección las elevadas prestaciones de la señorita Chanel.
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