Que una pornostar mundana ruede vídeos para diversas productoras no debería ser una noticia porno destacada en ningún medio periodístico. Pero no hablamos de una starlet cualquiera, nos estamos refiriendo a la diosa eslava Liya Silver, esa deidad rusa cuya perfección cárnica no pasa inadvertida y cuya presencia nos descubrió el filántropo pornográfico Greg Lansky. Desde entonces esta delicatessen solo había rodado bajo sus órdenes hasta que recientemente se ha asomado a la europea DDF Network (en Hands On Hardcore para ser más exactos), lugar donde parece haber echado una canita al aire fuera de su exclusividad anal que tiene con el director francés. Una escapada que ya es un indicio del inminente despegue y prometedor futuro que le aguarda.