A mediados de la década del 2000, Lexington Steele fue el actor porno afroamericano más prolífico de Porn Valley, la zona de baja California donde se concentra la industria de adultos estadounidense. Todo un icono de fuerza sexual masculina que vivió el apogeo del gonzo de «negratas» y sentó las bases de lo que sería el porno interracial. Su nombre real era Clifton Todd Britt, un nombre demasiado americanizado para lo que suponía tener un pene de ascendencia africana de 28 centímetros de longitud (es lo que aseguraba su agente), por lo que pronto adoptó el sobrenombre de Lexington Steele, alias El Empalador.
Y ojito con lo de «El Empalador» que dicen las malas lenguas que este apodo le vino como un guante por su asombrosa facilidad para hacer gritar de dolor a las actrices que se entregaban a sus dotes amatorias. Aun así, su actitud arrolladora frente a las cámaras y su carisma sin igual hacía que las hembras le perdonaran las molestias por su descomunal herramienta de trabajo negra. Por no decir que el monstruoso tamaño de su polla lo situaba en la cúspide de la cadena alimenticia. No tenía competencia viril.
En el momento más álgido de su carrera se llegaba a cepillar más de 200 pornostars al año, mujeres de todas las formas, colores y tamaños. Una magna gesta que solo una bestia negra con una herramienta de trabajo descomunal puede soportar. Ante semejante despliegue de medios, normal que en el 2009 lo incluyeran en el Salón de la Fama AVN, dejando huella en el Olimpo del star system pornográfico. Estamos ante el padre de las afrobestias, uno de los primeros actores de color que allanó el camino a Mandingo, Prince Yashsua y otros monstruos de entrepierna colosal.
Su portentoso rabo de chocolate de 28 cm se merendó a starlets de la talla de Katja Kassin, Angel Dark, Aurora Snow, Jayden Jaymes, Katsuni, Gianna Michaels, Olivia Saint o la mismísima Belladonna. Que parecía no importarles que las taladraran sin contemplaciones, siempre y cuando pudieran codearse con esta institución del mundillo. Según cuenta la leyenda, era un trabajador de la bolsa en el edificio del World Trade Center de Nueva York que se salvó del fatídico atentado del 11S por estar rodando en ese momento un vídeo pornográfico. Aunque esa es otra historia.
Durante estos últimos años ha estado desaparecido en combate y una parte de la comunidad pornófila le echaba de menos. Así que este regreso va a saber a gloria para muchos de vosotros, especialmente los que quieren ver cómo vuelve a empalar a MILFs de nuevas generaciones como la contundente Slimthick Vic, la prometedora rubia de la agencia Spiegler Girls que cuenta con uno de los mejores culos de este 2022. Comprobemos si el regreso de su rabo negro, de medidas XXL, está a la altura de las circunstancias y puede hacer volver a temblar de pasión cada agujero donde se introduce.
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