Con el paso de los años la industria de adultos se ha ido acercando paulatinamente al público nerd hasta mutar en una estrafalaria variante que sacia las fantasías sexuales de los apasionados otakus: el cosplay pornográfico. Un mercado de origen japonés que se ha extendido hasta lo más profundo de Occidente y en el que ya reinan auténticas diosas del disfraz como Bell Delphine. La chica que os presentamos hoy también es una maestra del disfraz, de las masturbaciones con juguetitos sexuales estrafalarios, y de hacerse querer con sus emprendedoras propuestas caseras.
Nos referimos a Leah Meow, una finlandesa de 26 años que tiene a sus pies un mercado de adolescentes pajilleros dispuestos a pagar por lo que sea. Amiga íntima de Purple Bitch y Jean-Marie Corda, que le han enseñado todo en esta extraña práctica fetichista llamada cosplay. El fanatismo que Leah ha generado alrededor de su personaje se cuantifica en su perfil de PornHub con 30 millones de visualizaciones y caso 150K suscriptores, casi nada.
Para comprender el éxito de estos números solo nos hace falta ver el estilo que rubrica con su cuerpo tatuado de 45 kilos (la polilla dibujada en el vientre la acerca peligrosamente a la estética de una Suicide Girl). La de Helsenki es un torbellino de creatividad cuando toca ir ataviada. Un despliegue de talento colorido, de sexo disfrazada de personaje de dibujos como Naruto, Sakura, Asuka Langley, Ackerman, Asuka Langley, teniendo especial preferencia por la franquicia de Neon Genesis Evangelion.
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