Laura Fiorentino, una bestia italiana especializada en performances anales

Resulta del todo incomprensible que al sentido arácnido de Rocco Siffredi se le haya pasado por alto una hembra de la talla de Laura Fiorentino, una de las últimas pornostars de índole belicoso que sale del país de la bota. Tiene 35 años, una estética ninfomaníaca insoportable y una facilidad para el sexo anal que ha hecho que libere todo su potencial por los estudios extremos del continente Europeo. De hecho, ha incursionado por las distintas marcas de Legal Porno y hasta firmó un contrato vinculante para que el director Giorgio Grandi pudiera destrozar sin piedad en sus conocidas brutales sesiones de sodomía. En Her Limit también fue reclutada y tampoco demostró tener problemas para dilatar su elástico ano hasta el infinito y ceder aforo rectal.