Julia Janeiro, hija de dos cazurros de la farándula como Jesulín de Ubrique y María José Campanario, ambos con caretos más bien repelentes, siendo generosos, ha salido guapetona y, como hija de famosillos, pues la chica no se ha propuesto sacarse una carrera universitaria, sino lo que viene siendo habitual, intentar convertirse en una influencer en plataformas como Instagram, donde ya acumula 200 000 seguidores, pardillos a los que muestra su estilo de vida “glamuroso” y su pasión por la moda y el maquillaje. Todo la mar de previsible.
Ahora bien, no era tan previsible su reciente vinculación con Pietro, hijo de Carlo Costanzia di Costigliole, lo que ha arrojado sombras sobre su creciente fama. Pietro se enfrenta a serias acusaciones de intento de asesinato y se encuentra bajo arresto en Italia, añadiendo polémica a su relación sentimental con la hija del gran intérprete de “Toa, toa, toa”.
A pesar de sus esfuerzos por mantener ciertos aspectos de su vida personal en privado, los detalles de su relación con Pietro han salido a la luz, lo que podría impactar significativamente en su imagen y carrera como influencer. Aunque Julia ha demostrado un notable cambio físico y una habilidad para cautivar a su audiencia en las redes sociales, enfrenta ahora el desafío de equilibrar su ascenso en el mundo digital con los controvertidos problemas personales que la rodean. En fin, chismorreos aparte, en JaqueMateAteos la podéis conocer un poco más de cerca y comprobar que la mezcla de los dos catetos pedorros no ha dado un mal resultado.
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