Cuando Lana Rhoades era una joven aspirante a estrella del porno allá por el 2016 y poseía un cuerpazo natural, sin trampa y del todo armonioso, tenía la materia prima ideal para entrar en el negocio como si fuera un huracán. Y vaya que si lo hizo, la escultural diosa de luceros azules no paró de grabar escenas una tras otra, abusando de ser una deliciosa teenager de 19 años que, como la mayoría de chicas jóvenes, había llegado a California para sacarle un rendimiento económico a su fogoso deseo sexual.
¿Qué porque os contamos todo esto? Pues porque la mujer que nos volvió locos con su irreverente belleza a vuelto a la palestra gracias a un contrato que Brazzers le ha puesto en bandeja. Después de dos años con un divorcio mal avenido con la industria de adultos la diosa terrenal vuelve con el compromiso de rodar anales durante 6 meses ininterrumpidos. Algo del todo entendible porque Lana sigue siendo la pornostar más popular de PornHub 2019 a pesar de que apenas se deja ver.
Así que para amenizar la espera y aunque todavía no haya debutado este 2020 en la productora de la doble Z os vamos a regalar una escena que Jules Jordan tenía guardada desde hace mucho tiempo —ni siquiera había pasado por el taller de chapa y pintura para mutar en una Lana 2.0 operada y con un extra de voluptuosidad plástica— y pertenece al film «Once You Go Black 7», que traducido al español viene a ser el popular eslogan de «una vez que vayas al negro… nunca volverás».
Nosotros nos alegramos de volver a verla cabalgando rotundas lanzas de carne negra, aunque sea de forma retroactiva de aquella época en la que mostraba la combinación más exquisita entre belleza natural y esa falta absoluta de tabúes que tanto se agradece cuando se practica sexo delante de una cámara. Una oportunidad única para rememorar la belleza, atributos y disposición de los que hacía gala, esos que le ayudaron a dar ese gran salto hacia la consagración definitiva.