in

Lady Sonia, la famosa madurita inglesa del porno amateur del 2000

Twitter Telegram Whatsapp

Desde hace varias décadas pululan por internet multitud de vídeos porno semiprofesionales de una conocida MILF llamada Lady Sonia. Al parecer, esta selecta dama de alta alcurnia inglesa —su descripción física encaja al 100% con lo que representa el título nobiliario Lady — era una aburrida ama de casa que se subió a lomos del sexo fetichista para ganarse la vida a través de su página web personal. Un portal dentro del rango semiamateur, aunque muchos piensan que es una tapadera para saciar su vicio desenfrenado, ya que la señora Gill Ellis Young (su verdadero nombre) siempre fue una visitante junto a su marido (un sólido matrimonio de Oswestry, Inglaterra) de los locales de swingers e intercambio de parejas.

Casi se podría decir que Lady Sonia fue una visionaria que hace 30 años abrió el camino y normalizó el estilo de vida liberal y libertino, ese con el que hoy en día muchas mujeres se ganan la vida grabando su propio contenido desde casa. Una de las primeras MILFs o maduritas, ninfomaníaca, depravada y operada de pechos, que abrió la veda de un subgénero desconocido por aquel entonces: ejercer un total dominio con los hombres sumisos.

Su pasado fue bastante movidito, habiendo sido stripper en vulgares clubs de caballeros de los años 80 y 90. Se inmiscuyó en el mundo de la fotografía erótica, para revistas de pajilleros, cuando todavía no existía internet y los chavales se corrían sobre las hojas. Amante del exhibicionismo hasta el punto de ser conocida como «la puta del pueblo», como ella misma ha dicho, ya que es de las que piensa que las ventajas de vivir en un matrimonio abierto son muy superiores al repudio social.

De ahí que le vaya el rol de dominatrix que pone los cuernos a su marido y le es infiel con sementales dotados. Su gusto por el anal, las mamadas y demás prácticas sexuales quedan demostradas viendo como emplea su poderío de seducción inglesa para amansar a su legión de amantes. Mención aparte su adicción a los rabos negros, una de sus muchas perdiciones a principios de la década del 2000. Época donde daba rienda suelta cada una de sus fantasías sexuales.

Por cierto, en sus performers semiamateurs siempre sale vestida en plan CFNM, mientras que sus compañeros de cama están con todo al aire. De ahí que Sonia sea fácilmente reconocible por su picardías y su característico collar de perlas, que siempre lleva colgando mientras folla mirando fijamente a la cámara.