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La ucraniana Mila Azul nos enseña un trocito de “cielo”

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Mientras un ente poderoso de color naranja se envalentona con su presidente, la ucraniana Mila Azul, con su aspecto angelical, se dedica a alegrar la vista de los demás a través de vídeos eróticos en solitario, donde obtiene placer por sí misma, sin recurrir a ningún maromo que mancille su belleza impoluta. Ni siquiera se echa en falta a decir verdad; si acaso, otra amante femenina tan bella como ella, aunque eso no es fácil de encontrar. En fin, resulta curioso cómo una criatura encumbrada como presidente de la primera potencia del mundo puede aglutinar casi toda la fealdad de este planeta, pero al menos tenemos el consuelo de que hay otros seres “celestiales” que nos reconcilian con el cosmos. Lo cierto es que hemos de reconocer que estas líneas nos han quedado un poco cursi, así que debemos lanzar algún improperio para contrarrestar: Trump, abyecto, te pudrirás en tu trono de oro más pronto que tarde.