Parece mentira que cuando Kyra Hot presentó sus credenciales en el mundillo porno destacara por la armonía de sus curvas. Antaño poseía un cuerpo refinado, propio de damas distinguidas, con formas sinuosas y suaves características de starlets europeas con una genética conferida privilegiada. Por desgracia, con el paso de los años hemos asistido a una transformación corporal creada por los excesos del bisturí. Ni un resquicio de su cuerpo está libre de la cirugía plástica y lo que ha ganado en rotundidad lo ha perdido en delicadeza.
Su cambio radical ha originado disparidad de opiniones en la comunidad de pornófilos, teniendo tanto a defensores de su potente imagen voluptuosa como detractores de su vulgar artificio. Sea como sea, la húngara sigue enamorando a miles de fans, aunque crines rubias desteñidas le quedan fatal y sus tatuajes tampoco le ayuden. Y ni hablemos de esas horribles pestañas postizas. Nacho Vidal desde Public Bang de Bangbros atestigua de ello.