El perfil de la pornostar de la fría madre patria Kitana Lure no parece pertenecer al amplio colectivo de las rusas que se ganan la vida desde hace años en la industria pornográfica europea: un tosco rostro, cuerpo atlético y pecho operadísimo de primer nivel que involuntariamente asociamos con las starlets americanas. Al margen de esto, en lo que corresponde con la actividad sexual, Kitana presenta de serie el activo característico de su nacionalidad: una capacidad insólita para recibir sexo anal sin despeinarse y de subir su propio listón a las condiciones más adversas de las múltiples penetraciones. Razón de más para que Hard X la haya incluido en una de sus pocas escenas que están saliendo en la cuarentena, donde exhibirá sus virtudes anales entrenadas desde 2014.
in Sodomía