Aunque Kiley Jay tenga el aspecto de un pajarillo indefenso, con apenas 19 años ya ha trabajado para algunos estudios de renombre y tiene las suficientes tablas para atreverse a actuar en una escena de la polémica compañía Abuse Me, estudio especializado en fingir abusos sexuales de chicas indefensas. Un morboso y manido subgénero en el que las adolescentes (teens en inglés) son tratadas vejatoriamente. Usan sus gargantas, les escupen, se las follan sin miramientos y las destruyen en cuerpo y alma. Incluso más de una ha dejado el porno después de pasar por sus manos. Sea como sea, la interpretación de Kiley en esta simulación de violación dentro de una furgoneta es soberbia. Ni siquiera sabemos si fingía o realmente sufría de verdad.
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