Durante sus inicios en la industria de adultos la afroinglesa Kiki Minaj fue una starlette cuya presencia se circunscribía casi en exclusiva al mercado XXX de la Gran Bretaña. Fue el polludo actor Danny D quien cazó a este diamante en bruto de ébano y la catapultó al panorama internacional, la alejó de esa imagen de zorra de barrio y la catapultó hacía la fama que se merecía. Un éxito abanderado tanto por su belleza mestiza —su apelativo hace referencia a su semejanza con la exótica rapera Nicki Minaj— como por su capacidad para realizar las penetraciones más difíciles por toda su escuadra. Ahora Kiki gracias al estudio americano Evil Angel tendrá la oportunidad de variar sus métodos y modalidades sexuales, que ya eran bastante desenfrenados y caóticos, para probar las mieles por primera vez del DAP (doble penetración anal) con los actores culpables Yanick Shaft y Mike Angelo en la producción «Double Anal Troublemakers».