En 2017, cuando todavía era una pornostar de estremecedora presencia adolescente, Kenzie Reeves acudió a Pervcity para exhibir con todo lujo de detalles su impresionante look americano: una adorable rubia de infinito candor dentro de la categoría de peso pluma. Han pasado 4 años y su propuesta estética no solo se mantiene, sino que parece haber hecho un pacto con el demonio para destilar más inocencia sexual si cabe. Eso sí, la actriz de las tetas alegres con pezones empitonados ha demostrado en esta 2ª vuelta a la productora que bajo esa delicada fachada de niña buena sigue escondiéndose un hada frenética de los anales. Sus agujeros siguen estando hambrientos y están preparados para cualquier salvajada que a Michael Stefano se le pase por la cabeza. Absolutamente delirante lo que es capaz de resistir.
in Sodomía
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