Kendra Lust ya ha cumplido 40 años y si uno echa un vistazo a su impresionante filmografía enseguida se percata que en sus orígenes no realizaba anales ni interraciales. La starlet confesaba a los medios que tenía su orificio trasero muy estrecho y que no tenía interés en sufrir más de la cuenta enfrentándose a penes monstruosos. Con el paso de los años esta regla se volvió más laxa y poco a poco cedió sus agujeros al poder negro. Incluso se licenció con honores con la entrepierna de Mandingo, cayendo en manos del negrazo y entregando todo su saber a la bestia. Ahora y después de un paréntesis de 3 años la superestrella regresa a Jules Jordan para enfrentarse al monográfico número 7 de la polla de Dredd. Un encontronazo que inaugura su nueva etapa como una de las maduritas más en forma de la industria del porno.
in Interracial, Maduritas