¿Qué lleva a una espectacular rubia a casarse con un viejo calvo y feo? No me lo digáis, el dinero. Ya lo dice el refrán “poderoso caballero es don dinero” que seduce a todas las mujeres a golpe de billetera. Pero claro, este refrán de la edad media está desactualizado y no está hecho para la sociedad actual donde las razas conviven entre sí. Por si alguno no me sigue solo hay que ver esta escena de Reality Junkies a la espectacular Kagney Linn Karter, que hace de esposa de un vejestorio, donde pierde la cabeza en cuanto ve el rabo del moreno. Se vuelve loca y se abalanza a mamarle su entrepierna sin pararse a pensar que justo al lado está su marido, ya con unos cuernos que le rozan el techo. Y además de cornudo calzonazos porque cuando les pilla follando obedece a su mujer y se calla como una puta.
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