El que suscribe tuvo una pareja bisexual a la que se le dibujaba una mueca en la boca muy parecida a la de la actriz porno Jessy Jey. No sé si es casualidad, pero ha sido la amante más insaciable con la que compartido incontables encuentros de alcoba. Ahora me pregunto si sería capaz de atreverse a llevar a cabo las numerosas correrías sexuales que es capaz de experimentar la mencionada actriz porno de ascendencia germana, cubana e italiana. Es muy probable que sí, si se hubieran dado las circunstancias y ahora no portara una porra, pero, en este caso, de policía nacional. El caso es que Jessy ha trabajado unas 50 veces con Giorgio Grandi en Praga y Budapest, lo que evidencia las apetencias por el porno duro que tiene esta mujer de 34 años. Jessy también se declara plenamente bisexual y nunca desaprovecha la oportunidad de comer un buen coño. Y es que el sexo le hace feliz y, encima, le pagan por ello, declaró en una entrevista reciente.
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